¿Por qué prefiero usar semillas de polinización abierta?
Escrito por Gabriel Bravo, Agricultor de semillas orgánicas.
Si no conoces que es una semilla de polinización abierta, te recomendamos primero leer este artículo TIPOS DE SEMILLAS QUE EXISTEN.
Cuando comencé la finca, junto con mi esposa, hace ya 10 años; iba con el puño en alto y firme en mi convicción de que iba a sembrar todo con mis propias semillas e iba a vivir un sueño de autogestión y autosuficiencia total. Poco sabía que ese sueño pronto iba a chocar con la realidad productiva de un proyecto de siembra, caí en cuenta de que iba a ser un proceso mucho más lento y gradual de lo que jamás me imaginé. LLegar a consolidar la dinámica de una finca productiva, especialmente en el tema de cuáles cultivos sembrar, qué variedades, cuándo y cómo… es una marcha que no tiene fin y el aprendizaje es constante y continuo.
Comenzamos sembrando una mezcla de semillas y almácigos comerciales con un poco de semillas más criollas que ibamos consiguiendo de vecinos, amigos y colegas. A los pocos años de estar desarrollando la finca, se hizo muy claro que para poder sostener la actividad comercial y cumplir con nuestro objetivo de vender vegetales en los mercados orgánicos y con servicio a domicilio, tendríamos que depender totalmente de las semillas y almácigos industriales.
No teníamos la infraestructura, la suficiente semilla, ni la experiencia para poder elaborar nuestros propios semilleros; habíamos caído inevitabelmente en la dependencia de insumos externos y agroindustriales en este tema. Hace 5 años aproximadamente tomamos la decisión de finalmente empoderarnos con las semillas de nuestra producción y comenzamos a tecnificarnos cada vez más y más.
Una vez aprendimos a dominar mejor la técnica de hacer nuestros almácigos, ahi fue donde realmente tomamos el impulso de probar muchas variedades de cultivos y a completamente terminar de enamorarnos de las semillas y todo lo que conllevan. Ese cariño nos llevó a establecer nuestro primer banco de semillas oficial de la finca donde el objetivo era comenzar a almacenar nuestro propio material de siembra.
La semilla de polinización abierta nos permitió desarrollar una agricultura verdaderamente autogestioanada, en el sentido de que comenzamos a depender cada vez menos y menos de insumos externos, empezamos a conocer realmente lo que estábamos sembrando, cuales eran las características generales de los cultivos y cómo era su comportamiento generación tras generación.
Comenzamos procesos de selección para mejorar las características genéticas de esas semillas y hacerlas más resilientes a las condiciones específicas de nuestra finca. Una cosa es leer e investigar la teoría de adaptabilidad de cultivos y otra cosa es vivirla y experimentarla; hoy por hoy hemos logrado crear una variedad nueva de maíz y desarrollar mayor resistencia a un hongo específico que afecta una variedad de sandía por ejemplo. Experiencias como estas me hacen reflexionar de la necesidad y casi obligación que tenemos los productores de conocer lo que estamos sembrando y generar la mayor autonomía productiva posible.
Este tipo de semilla me da confianza porque desarrollo una relación especial con ese cultivo y recopilo a través de la experiencia cuales son sus fortalezas y debilidades ¿que clima soporta? ¿que enfermedades aguanta? ¿cuanta agua necesita? Tengo mayor seguridad a la hora de sembrarla en cada nuevo ciclo porque me da resultados y comportamientos muy similares a la generación anterior; sin duda me conectan con el legado de la genética agrícola y me dan la alegría de guardarlas, almacenarlas, seleccionarlas y resembrarlas y esa es una de mis mayores satisfacciones como agricultor.
Un gran trabajo de investigación y experimentación. Mil gracias por su dedicación y esfuerzo para mantener vivo nuestro legado agrícola de nuestros antepasados