Semillas Plantae: un proyecto pionero en Costa Rica

Al igual que el campo comienza con una semilla; este emprendimiento comenzó con una idea y una pasión. Desde el equipo de Semillas Plantae nos sentimos muy contentos de haber podido plantar y germinar esta idea, de la cual estamos cosechando frutos después de un muy arduo y difícil trabajo.

La crónica comienza con 4 agricultores jóvenes, que 5 años atrás desconocían que sus caminos se iban a entrecruzar y entrelazar de una forma solidaria y comprometida. El común denominador: un magnetismo por las semillas que estaban sembrando.

El Centro Nacional Especializado en Agricultura Orgánica del INA, organizó en el año 2016, una serie de capacitaciones específicas en el tema de producción de semillas, dirigido a productores orgánicos a nivel nacional. De este grupo inicial de más de 30 personas, quedamos “4 gatos” literalmente intentando consolidar un proyecto asociativo que era un tanto amorfo, no existía un norte claro sobre lo que queríamos hacer o lograr después del encuentro.

Comenzamos a reunirnos quincenalmente, sin falta, perseverando, ideando, soñando; ¿como podemos hacer para que nuestras fincas establezcan modelos productivos innovadores con temas que nos apasionen? Decidimos emprender, invertir recursos y muchísimo tiempo a estudiar mercados, idear procesos/estrategias y experimentar intensivamente en campo para tecnificar la compleja labor de producir semillas.

Hoy por hoy seguimos aprendiendo, seguimos en pruebas y errores, seguimos con interminables retos; si no existieran estas cosas, no habría magia en lo que estamos haciendo.

Nacimos con la motivación de poder suplir semillas orgánicas de variedades diferentes, de polinización abierta y con un alto estandard de calidad. Era una necesidad que, nosotros mismos como agricultores alternativos, ocupabamos que fuera cubierta.

Queremos incentivar y ayudar a consolidar una cultura de siembra de autoconsumo, conservar la diversidad agrícola y empoderar a los productores nacionales a experimentar con cultivos nuevos.

Honestamente lo que nos da motor es la significancia que le damos a nuestro trabajo; tener el privilegio de sentir la ilusión de que estamos aportando e impactando beneficiosamente al mundo natural y a las personas, a través de los modelos productivos y económicos que desarrollamos.

La semilla no es meramente un producto o mercancía, es una herramienta muy poderosa de cambio.

Te invitamos a ver este video que retrata la labor que realizamos